Yo que he muerto por culpa de ellos,
Que no me dejaban amarte...
Me encerré en un cajoncito de madera para,
Poder huir y así soñar contigo,
Y amarte en soledad...
Yo que deje mis libros y mis cosas,
En un rincón de mi casa grande y fría,
Solitaria... por si volvías...
En la cuál comí tus labios y acaricie tu pecho de ardiente de,
Niña y Mujer sutil...
Y en la cuál e olvidado gracias a tí un pasado enfermo en todos
Los confesionarios...
Yo que pequé por miedo al abandono y a los huesos,
Que aprendí en la oscuridad de la noche a embriagarme en los brazos
De alguna que otra “Dama de la Noche...”
Ya que nuca pude borrar el crimen de aquellos
Labios que me han llevado a mi propio velatorio...
Yo que robé besos y besé a tantísimas mujeres,
Que he olvidado a una que otras tantas por prudencia o por descuido...
Yo que en mi vida he tenido todas las amantes que quise...
Yo que era un hombre confíante y seguro, ahora
me encuentro llorando por un beso y trabando una guerra
sin final, entre el bien y el mal
Y mis propios demonios...
Triste de mí sin esperar a nadie...
He muerto como todos aquellos soñadores
Como el amor, como mi papá y mis abuelos...
Yo que renuncié a ser viejo y no pude ganarle al tiempo,
Que me negué a cerrar los ojos para engañar al fantasma de
La soledad.
Que me dormí con el tic-tac del reloj,
Y lágrimas sobre tu recuerdos...
Yo que tapé mis labios con otros para olvidarme de tí,
Me he perdido en la oscuridad de la noche por perseguir el
Fantasma de tus recuerdos...
Yo practiqué el latido de mi corazón
Para que nuca me fallara...
Que regalé el reloj para olvidar las horas y
Los días que me escondí en un prostíbulo...
Para que nadie me encuentre...
Ni siquiera la misma muerte...
Yo que nací como muchos...
Que viví como nadie...
Que soñé como nunca con el amor y la felicidad...
He muerto como todos aquellos soñadores...
Sin luto, sin campanas
Sin flores ni lágrimas, sin oraciones,
Sin esquelas, ni cartas
Sin coche fúnebre,
Sin nicho de alquiler, sin testamento,
Sin querer morir...
Yo, sin todo esto y más...he muerto...
Para simpre para nunca; Amén...
A. J. MÁRQUES
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